El blog de Darko

Los límites del arte no existen. Uno puede hacer una escultura impresionante y exponerla en un museo, o puede poner unos cuantos huevos fritos en el suelo y a ver quién tiene el valor de decirle que no es arte.

Aún mejor: construyamos huevos fritos gigantes.

Todavía más alucinante: pongámoslos en la calle para que la gente pueda pasear entre ellos.

Podría ser una lluvia de ideas, pero puede funcionar, y el resultado sería este:

Estos huevos fritos ocupan nada menos que 30 metros de ancho y están construidos por Henk Hofstra, quien ya el año pasado hizo de las suyas por esas calles, pintándolo todo de azul. Para que todos puedan ver su nueva obra con huevos y pasear entre ellos, están colocados en una amplia plaza de la ciudad de Leeuwarden, en los Países Bajos.

Si vais de vacaciones por allí, os recomendamos que no salgáis a la calle con hambre.

 

Texto | No puedo creer